el sentido mismo de la palabra

¿Quién invento las palabras? ¿A quien se le ocurrió llamar ornitorrinco a algo que perfectamente pudo haberse nombrado patoso? ¿Porque patoso es aquel que es poco hábil, y porque a esa falta de aptitud no se la llama ornitorrinco?.

¿Que ocurría cuando aun no existía el sentido mismo de la palabra?. El objeto como concepto con autonomía si, también el conjunto de letras formando silabas y con capacidad de poderse expresar fonéticamente, pero no así la relación entre ambas cosas. Quizás las discusiones dialécticas (que, en mi opinión, por estar vacías de contenido y cargadas de furia y cabezonería, son las peores) perderían su sentido, o quizás no tanto, sacando a relucir los sentimientos de fondo entre ambas personas en conflicto.

Esto lo leí ayer por la noche, y me gusto, y me hizo pensar…

EL DESENCUENTRO ORIGINAL (Gloria Fernández Rozas)

“Adán iba tras ella con cierta sensación de inquietud o carcoma, con sabor a tropelía o avispero. Eva canturreaba tranquila por las colinas o piel del mundo. De pronto se detuvo, puso sus rodillas sobre el musgo o humedad y le pidió que se acercara. Él obedeció sin entusiasmo.

- Adán, a esto podríamos llamarlo hierba porque es verde y alargado.

- O Lagartija –replicó él.

- Y a esto mosca. Es algo tan negro y cargante...

- ¿Mosca? Eva, ¡ya había puesto yo nombre a todas las cosas del mundo!

- Definitivamente, mosca. ¿No ves qué ojos?

Y así toda la tarde. El sol ya empezaba a escamotearse detrás de los montes o confín cuando se lo confesó:

- Eva, estoy cansado o huérfano.

- Pues hijo, yo soy completamente feliz.

Adán la observó algo perplejo. ¿Feliz? ¿Cómo que feliz? ¿No era Eva carne de su carne? ¿Acaso no había cedido hasta una de sus costillas o parte de su mismidad para conseguir una ayuda que se le asemejara?.

Apartó la vista de aquel rostro embelesado y se quedó pensando si aquello que bullía en su corazón era arrobamiento o encono.”

...Serán cosas mías, seguro, pero quizás no sea tan importante llamar amor al hecho de amar, como a expresarlo con un beso, un abrazo o la mera compañía cuando esta se necesita.

Un abrazo, un beso y mi compañia cuando nos veamos